Este plan vale para hacerlo sol@, en pareja, con amigos… ¡unos chorros de agua y una buena comida es perfecto para cualquier ocasión!

A unos kilómetros de Oviedo se encuentra el balneario de Las Caldas. Dentro de este complejo, está el Aquaxana. Aunque pueda sonar mejor el balneario, a mi el Aquaxana me gusta mucho por dos cosas principalmente: cuenta de piscina al aire libre, más zona de agua caliente (también al aire libre) y mi joya de la corona: una sauna finlandesa con unas vistas top.
Yo recomiendo este plan para un día entre semana, y que no caiga en festivo, para poder disfrutar del Spa con tranquilidad (mejor hacer reserva online)
El pase te da para dos horas y media e incluye un espectáculo de agua con música (y luces, pero mi plan es matinal así que de las luces poco puedes disfrutar) Yo no soy especial fan de esta parte, de hecho es mi momento favorito para disfrutar de la zona exterior con tranquilidad ya que la mayoría de la gente entra a ver el espectáculo y te quedas más o menos solo muy a gustito.
Tiene algún pero que sacarle: el frío que hace en el pasillo para ir del vestuario al Aquaxana (recomiendo llevar bata o una toalla extra grande para cubrirse) y que no sea obligatorio ponerse gorro (lo de los pelos no lo llevo bien)
Si vas en coche, te cobran el aparcamiento cubierto (aunque sale por un euro y poco) pero puedes encontrar para aparcar fuera. Otra opción, es ir en tranporte público; el cual te deja también en la siguiente parada: Casa Chema
Mi plan en Casa Chema está pensado para disfrutar de comida vegana de calidad excepcional pero vale para cualquiera ya que su menú contempla carnes y pescados
Me parece que este restaurante es el complemento perfecto al spa porque no está lejos del balnerario, porque el sitio está en un entorno bonito y porque el trato que recibes es tan bueno que te permite seguir en el estado de relajación del que sales del balneario.
Casa Chema es uno de los restaurantes que no me pierdo cuando ando por tierras asturianas. He llevado a comer allí a personas que no son veganas y cuando prueban los platos se sorprenden de los sabores, de la presentación y de que puedan disfrutar de una comida libre de origen animal.
Para mi tiene un acierto maravilloso: lejos de hacer cosas raras (como suele pasar en los restaurantes que pretenden ser veganos o vegetarianos sin saber de cocina) se han dedicado a adaptar la manera de cocinar tradicional asturiana con nuevos productos y evitando otros. Además, apuestan por una cocina con productos de temporada y eso se nota ¡El resultado es excepcional!
Mejor reservar mesa; y, a poder ser, en la terraza; así, si tienes suerte de que haga buen día, las vistas son muy agradables y si no hace bueno no pasa nada, porque la terraza está cerrada y hay calefacción.
Mi plan acaba aquí, con mi cuerpo 100% relajado y la tripita bien llena lo único que me apetece el resto del día es siestita, paseo, Netflix… Lo que me pida el cuerpo en ese día para seguir relajada. Pinta bien ¿no? 😉