Viajar en avión en tiempos de COVID

Viajar con mascarillas. Chusa Cuendias. Agosto 2020.
7 de agosto de 2020: mi primer viaje en avión en era COVID-19. Chusa Cuendias.

Honestamente, quería evitar a toda costa coger un avión por el momento (bastante había sido ya la experiencia del autobús y el respeto cero que tienen muchas personas) pero mi coche decidió cogerse unas vacaciones en el mismo periodo de tiempo que tenía disponibilidad para poder ir a Francia a visitar la tierra de mi pareja así que… ¡al aeropueto del Bilbao!

El día antes de volar, recibimos un mensaje de texto de la compañía recomendando el registro del equipaje. Una vez en el aeropuerto, nos explicaron que son las propias tripulaciones de las compañías las que están reclamando esto por su propia seguridad: menos equipaje a bordo, menos manipulación de objetos pertenecientes a personas que no sabes nada de ellos.

Una cosas positiva es que hay menos gente en el aeropuerto; no te emociones que en tu avión no vas a ir con asientos vacíos y distancia entre unos pasajeros y otros: el avión va a ir lleno hasta arriba. El motivo de menos personas en el aeropuerto es porque hay muchos menos vuelos programados que anteriormente. De hecho, en Charles de Gaulle, el 16 de junio, llegamos a la terminal 3 con el taxi y… ¡parecía Walking Dead! Solo estaba abierta la terminal 2… en  un aeropuerto de estas dimensiones y con toda la gente que suele haber impresiona verlo sin personas, sin coches, sin ruido, sin vida.

En el aeropuerto de Bilbao sólamente estaba abierto uno de los restaurantes de dentro; el resultado: han aumentado aún más los precios. Para que te hagas una idea; la típica oferta de desayuno brilla por su ausencia.

He de decir que la experiencia de embarcar y de salir del  avión con AirFrance es positiva: con tiempos para ir poco a poco y que haya distacias (las distancias que puede haber en un avión lleno…) Pero la experiencia con los pasajeros; pues lo de siempre: la gente o se quita la mascarilla o la llevan por debajo de la nariz (sin contar que lo tocan todo)

Hay un momento en que AirFrance ofrece una bebida y un aperitivo; ese es el momento en que se lía parda, a partir de aquí no hay retorno: el que ya pasaba de todo antes de subir al avión ahora más aún.

En el avión nos hicieron rellenar un cuestionario con nuestros datos y asegurando que no hemos tenido contacto con COVID-19 ni fiebre. Lo de la fiebre vale, pero lo del contacto con COVID, yo he respondido creyendo que no pero ¿cómo asegurarlo si solamente para llegar al aeropuerto ese día tuve que coger dos autobuses diferentes?

Por cierto, ni un sólo control de temperatura en todo el día del viaje.

Otra cosa positiva, en el autobús que te lleva del avión a la terminal hay un montón de espacio ¡ya no te sentirás como una sardina nunca más! (al menos durante el periódo COVID)

LO QUE RECOMIENDO:

  • Llevar varias mascarillas por si se te rompe una o por si tu viaje es muy largo para poder renovarla de vez en cuando (debemos proteger no sólo protegernos) Y por favor, que sean mascarillas que cumplan la normativa porque se ve cada cosa por ahí…
  • Llevar siempre hidrogel contigo (aunque en el aeropuerto vas a tener hidrogel en muchos sitios)
  • Sigue la recomendación de facturar la maleta (a no ser que vayas muy justo de tiempo para coger un transporte público en el que sigues tu viaje)
  • Llévate algo de comer contigo (sobre todo si eres vegetariano/vegano)
  • Respeta las distancias.
  • Amabilidad y no hostilidad. Esto es algo de lo que tenemos que salir todos juntos, no valen diferentes equipos.
  • Cuídate y cuida de los demás. Idependientemente de lo que pienses sobre esta situación; hay gente sufriendo mucho.
Autobús lleno hasta los topes. Paciencia y respeto. No nos queda otra. Chusa Cuendias. Agosto 2020.
Autobús lleno hasta los topes. Paciencia y respeto. No nos queda otra. Chusa Cuendias. Agosto 2020.
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Practicar Yoga Online

 

Desde el confinamiento ha habido un boom de ofertas de clases de yoga online: grabadas, en vivo, gratuitas, de pago, plataformas, redes sociales… ¿realmente se puede practicar online? ¿cómo elegir entre tanta demanda? ¿hay que comprar mucho material?

Aquí estoy, tomando una clase de yoga online en 2018. Chusa Cuendias
Aquí estoy, tomando una clase de yoga online en 2018. Chusa Cuendias

 

Yo llevo practicando yoga online practicamente desde mis inicios en el mundo del yoga. La primera vez que practiqué online, no fue una clase en vivo: fue una grabación de una clase en vivo con el profesor y los estudiantes en una escuela de yoga, en el año 2016.

 

 

 

 

A la hora de elegir con qué profesor, estudio de yoga online o plataforma practicar te recomiendo que hagas lo mismo que si estuvieras visitando un estudio físico: comprueba que el profesor tiene la preparación necesaria para dar clases; ponte en contacto con los que te interesen y pregunta todas tus dudas; busca opiniones reales de usuarios… Como punto diferente, en el caso online, es importante que te informes sobre si las clases son grabadas o en vivo ya que la experiecia para el estudiante, y para el profesor, cambia mucho.

En el caso de las clases online toma especial relevancia la profesionalidad del profesor que elijas. Tradicionalmente, se asocia la practica de yoga a ajustes manuales pero no es así. Por su puesto que estos ajustes son importantes y ayudan y enseñan un montón al practicante, pero unas buenas indicaciones verbales son aún más importantes que que nadie te toque.

Este es uno de los puntos por los que me parece importante elegir clases en vivo en el que el profesor esté pendiente de las personas que están practicando al otro lado de la pantalla. Los vídeos están muy bien, y son muy buenos complementos y herramientas de trabajo; los directos en Instagram ayudaron a muchas personas durante el confinamiento pero… en estos casos nunca vas a tener ningún tipo de indicación específica para ti, ningún ajuste ni explicación para tu caso en concreto.

Lo ideal sería que tuvieras un espacio en tu casa o en tu lugar de trabajo que pudieras acondicionar como tu rincón de yoga pero, seamos realistas, la mayoría de los mortales occidentales no podemos contar con esto así que seamos prácticos. Solamente necesitas un sitio en el que entre tu esterilla y en el que la cámara de tu teléfono o tu ordenador pueda registrarte por completo para que el profesor pueda guiarte (esto sólo en caso de las clases en vivo).

En cuanto al material, para empezar sólo necesitas ropa cómoda y un antideslizante (imprescindible esto ya que en Yoga trabajamos descalzos y podrías resbalarte si lo intentas directamente sobre el suelo).

Y ya que te vas a lanzar a practicar yoga online; vence a la pereza ( y a la vergüenza, al menos en mi caso) y llévate el yoga contigo allí donde vayas. Una parte positiva de pracicar online es que puedes conectarte allí donde estés. Por ejemplo ¿cómo pasas tu tiempo en el aeropuerto? Abre tu esterilla ¿Qué haces los ratos muertos de tus vacaciones? Abre la esterilla…

Por último; me gustaría señalar que los profesores de yoga comemos, pagamos impuestos, pagamos formaciones, pagamos a otros profesores de yoga para recibir clases… así que sí; es normal pagar por las clases online. Igual que es normal que te paguen tu trabajo aunque estés teletrabajado.

 

Anímate a probar con el Yoga Online. Si te apetece probar conmigo, tengo varios horarios online de clases en vivo en Yoga con Chusa y en el estudio online The StudiOh! Clases en grupo o individuales, para todos los niveles y diferentes estilos. Un Yoga pensado para Todos, estés donde estés.

Mis libros de cocina

Desde 2014 no me encontraba en España en el día del Libro; este año, me hacía especial ilusión estar en este día aquí. Me encanta el ambiente, perderme por las librerías, las firmas de libros, las charlas y ¡hasta las rosas! El destino ha querido que pase este día tan señalado sin poder salir de casa pero festejar hay que fetejar así que aquí van mis libros favoritos de cocina.

1- Cocina india vegana, Richa Hingle (Gaia Ediciones)

Si te gusta la comida india este es tu libro. La edición está muy cuidada con tapas duras y muy buenas fotografías.

Además, no sólo va de recetas. También hay un montón de información; necesaria ya que la cocina india es un mundo a parte; sobre las especias, el equipamiento… Vamos completo 100%

Mi favorito: Gobi musallam, colifror asada con salsa de makhani (propuesta como  «Platos principales»)

 

2- Hazana. Recetas vegetarianas de origen judío, Paola Gavin (editorial Cincotintas)

Este libro fue una gran sorpresa. Nunca me había sentido interesada por la comida judía especialmente (desconocimiento, supongo) hasta que una de mis hermanas me regaló esta joya.  Tapas duras y edición cuidada de calidad. El único libro de las lista vegetariano (el resto es vegano)

Antes de empezar con las recetas se explica las diferentes fiestas judías y un poco de historia y cultura judías. Un libro de historia a través de la comida. Maravilloso.

Mi favorito: Kugel de patata y zanahoria (propuesta como segundo plato)

 

3- Cocina vegana, Virginia García-Lucía Martínez (Ediciones Oberon)

Me parece un libro genial para aquel que quiere empezar con una alimentación vegana o que siente interés por este tipo de dieta. Tiene una introducción muy completa y amena sobre este tipo de alimentación; y un apartado final con los datos nutricionales de cada receta.

Si quieres hacerte una idea del trabajo de Virginia antes de decidirte para comprar el libro visita su blog. Comparte un montón de recetas e ideas. Lucía también es muy activa online personalmente me encata su podcast «Zumo de araña» (con Aitor Sánchez)

Mi favorita: Tortitas de calabacín y maíz (propuesta para  «Tapas y picoteo»)

 

En inglés

1- Easy Vegan Breakfast & Lunches, Maya Sozer (Page Street Publising Co.)

Creo que es un libro perfecto para los que no suelen cocinar o buscan algo rápido y fácil para hacer. Las recetas son sencillas y con variadas.

Tapas semiblandas y fotos de calidad con las recetas y los ingredientes bien explicados.

Mi favorita: Cream of spinach pockets (propuesta como desayuno rápido)

2- Kenko Kitchen, Kate Bradley (Hardie Grant Books)

Un gran variedad de recetas, algunas de ellas muy elaboradas otras tan fáciles como hacer una bebida sana y refrescante, dentro de un libro de tapa dura con una edición minimalista y efectiva.

Mi favorita: Green pumkin curry with crispy black rice cakes (propuesta para cena)

 

Todos estos libros me encantan y a veces los leo en busca de inspiración o, simplemente, para disfrutar de las fotos y sus ediciones. Y  a ti ¿también te gusta leer libros de cocina o eres de los que piensan que son sólo una guía para cocinar?

 

 

Mis libros de Yoga

Con motivo del Día del Libro, aquí va mi lista de libros de yoga recomendados. Si alguno te interesa, te animo a que dejes de lado Amazon y que esperes a que acabe el confinamiento para ir a la librería de tu ciudad o barrio ¡Las librerías nos necesitan!

 

1- Yoga en Evolución. Manual para profesores y practicantes con experiencia, Mayte Criado (editorial Kairós)

Está en primer lugar, no sólo porque me he formado en la escuela de Mayte Criado y ella ha sido profesora directa mía, sino también porque este libro es una «biblia del Yoga» A lo largo de 632 páginas leerás sobre filosofía, pranayama, qué necesitas para ser profesor de yoga, ejemplos de creación de series para dar clase… Completísimo, una maravilla.

2- La fuerza del Ashtanga Yoga, Kino MacGregor (editorial Sirio)

Cuando empiezas en el yoga y comienzas a descubrir profesores y gurús te das cuenta de que el Yoga tiene una tradición, principalmente, masculina. Descubrir a Kino fue como un rayo de luz. Una profesional exitosa que comparte sus enseñanzas por todos los rincones del mundo. El libro se centra, principalmente, en la primera serie del Ashtanga Yoga. Todas las asanas bien acompañadas por su correspondiente imagen y un exahustivo texto describiéndola.

Yo lo consulto un montón: cuando quiero trabajar una âsana específica o cuando me asalta alguna duda durante la práctica de Ashtanga.

3- Ashtanga Yoga. La práctica del yoga según el método de Sri. Pattabhi Jois, Petri Räisänen (editorial Kairós)

Este libro es ARTE. La edición súper cuidada con unas fotografías infinitamente hermosas (y no sólo porque Petri en este libro parece Adonis, que también, si no por el exquisito trabajo del fotógrafo)

Si eres practicante de Ashtanga; este libro te enamorará.

4- Ahtanga Yoga. The Definitive Step-by-Step Guide to Dynamic Yoga, John Scott (Gaia Books)

Tapa blanda y ligero: este es mi libro de viaje; con él y mi esterilla he recorrido Suecia, Sri Lanka, Zanzíbar… vamos que si sigo así, voy a tener que sacar un pasaporte para al libro.

Cada asana de la primera serie de Ashtanga está explicada de manera clara y concisa acompañada de un montón de fotografías (no solamente la postura final: transiciones; variantes… una guía muy buena) También da pequeños consejos u observaciones.

Mis primeros pasos en el Yoga fueron de la mano del Ashtanga (el Hatha aparecería años más tarde) por eso tengo tanta bibliografía de este estilo.

5- Anatomie pour le yoga. Muscles et yoga, Blandine Calais-Germain (Éditions Déseris)

Si te dedicas profesionalmente al Yoga este libro te resultará de una gran ayuda. Acompañado de dibujos, Blandine desgrana varias asanas y los músculos que trabajamos en ellas con indicaciones y con sugerencias de soportes. Muy ilustrativo e iluminativo.

Por cierto, yo este libro lo nombro en francés porque es la edición que yo manejo pero puedes encontrarlo en español.

 

Con tanto escribir sobre libros de Yoga ahora siento una gran necesidad de ponerme sobre la esterilla 😉 No dudes en dejar tu comentario sobre estos u otros libros de yoga ¡Feliz día del libro! 

Yoga: algo más allá de una moda durante el confinamiento

La crisis que estamos viviendo nos afecta como sociedad y como individuos de diferente manera. Cada un@ de nosotr@s estamos intentando llevar esta situación de la mejor forma posible. Como profesora de yoga, me preocupan varias cosas que veo en las redes: el boom del yoga como la píldora mágica para salir de este confimamiento con un cuerpo 10, vivir el confinamiento con alegría constante porque el yoga te hace sentir bien, hacerte invencible al COVID-19 por practicar yoga,  clases de yoga abiertas a todo el público que no son precisamente para todo el público…

Dándole vueltas a todo esto he decido publicar mis siguientes reflexiones personales:

1- El Yoga fortalece el sistema inmunológico sí, pero eso no te hace inmune a ningún virus. Precaución y cabeza.

2- La meditación tiene muchos beneficios y, sí, ayuda a sentir mejor, pero no es un camino de rosas ni una poción mágica. Sus beneficios se notan a base de constancia; y meditando no va a desaparecer este problema (aunque sí  te va a sar herramientas para manejarte mejor en este problema)

3- No necesitas comprar material de Yoga para iniciarte en el Yoga durante la cuarentena. Necesitas encontrar una clase de un profesor que adapte la clase a alguien como tú, con tus condiciones. Compra cuando pase todo esto (si realmente quieres seguir)

4- No renuncies a calidad. Estamos en casa vale, y a lo mejor las clases que estás siguiendo son gratuitas pero no por ello tienes que renunciar a calidad. Busca profesores cualificados, hay un montón en la red compartiendo.

5- Por favor, ten cuidado con tu cuello. Si estás practicando delante de la pantalla escucha las indicaciones que el profesor va dando, girar el cuello para mirar la pantalla en función de la postura en la que estés ¡te puede jugar una mala pasada! (y ya tienen demasiados pacientes en los hospitales como para empezar a saturar las emergencias de traumatología)

6- Cuando te pongas a practicar no pienses «hago esto para que me ayude con el confinamiento» piensa que lo haces porque realmente quieres, o porque por fin tienes ese tiempo que antes no tenías… lo que sea pero en positivo. Así te ayudará a fijar una rutina que probablemente se quede contigo tras este período de tiempo y, quien sabe, apuntarte a clases presenciales y regulares de Yoga en la ciudad donde vives

Los profesores de Yoga también estamos sufriendo en esta crisis y vamos a tener que ser fuertes para salir adelante; tanto a nivel mental como a nivel material (tenemos facturas que pagar)

 

7- ¿Sabías que no tienes por qué estar activ@ y hacer yoga todos los días? No te fuerces, si coges rutina bienvenida sea, pero aprovecha para descansar y para escuchar tu cuerpo y darle lo que necesita.

Por cierto, la escucha del cuerpo es algo que se adquiere con la práctica de Yoga. LLeva su tiempo, pero cuando recoges el fruto, este te acompaña de por vida.

8- Desconecta de vez en cuando redes sociales, teléfono, televisión… y estate contigo mism@, con tu pareja, con tus hijos… con quien sea que estés pasando el confinamiento. Esto te va a dar un momento de verdadero Yoga sin falta de mallas: estar presente en el aquí y el ahora.

Y tú ¿estás practicando yoga en casa? ¿Has empezado en la cuarentena o ya practicabas antes? Desde mi casa, te agradezco que hayas tomado tu tiempo para leerme y te deseo de corazón que estés bien.

Lasaña vegana (con guisante texturizado)

He celebrado mis 37 primaveras en medio de la cuarentena por la crisis del Covid19; pero he de decir, que mi lasaña vegana está tan buena que no he echado en falta salir a festejar por ahí 😉

 

Ingredientes para los rellenos:

  • Guisante fino texturizado                       – Tomate triturado (natural)
  • Ajo                                                                – Aceite
  • Cebolla                                                        – Sal
  • Chalota                                                        – Pimienta negra
  • Calabacín                                                    – Cúrcuma
  • Puerro                                                         – Laurel
  • Zanahoria                                                   – Perejil

 

 

Ingredientes para la bechamel

Ingredientes para hacer una bechamel vegana y sin gluten. Chusa Cuendias. Santander, marzo 2020
Ingredientes para hacer una bechamel vegana y sin gluten
  • Aceite
  • Sal
  • Pimienta
  • Maizena
  • Bebida de avena
  • Rallado sabor mozzarella para gratinar

 

 

 

 

 

Las láminas para la lasaña las compré (lo de hacerlas frescas para otro momento…) Fíjate que no lleven huevo en los ingredientes (si no encuentras, pues con huevo… tu lasaña será vegetariana 😉 )

 

Para el relleno de la base de abajo hacer un sofrito con cebolla, puerro y zanahoria (en taquitos muy pequeños) Cuando el sofrito esté listo añades tomate triturado y sobre este cúrcuma, pimienta y sal. Remover bien y cocinar un par de minutos más (aprovecha para comprobar si tienes que rectificar de sal)

 

 

Para el relleno del medio pasar vuelta y vuelta el calabacín por la sartén; que no se haga mucho, sólo darle el toque (acabará de hacerse en el horno) Te recomiendo que las rodajas sean de un grosos generoso, para que tengan consistencia dentro de la lasaña.

El relleno de arriba es la joya de la corona: el guisante texturizado fino. Es la primera vez que trabajo con este producto y ¡me ha encantado! El sabor, la textura… ideal para boloseñas. Primero hay que hidratar el guisante durante 20 minutos en agua hirviendo (yo le añadí también, una hoja de laurel) Hacer un sofrito con ajo, cebolla y chalota; cuando ya esté casi hecho añadimos el guisante (escurrir muy bien) Cocinamos estos ingredientes durante un par de minutos y añadimos el tomate triturado. Sobre el tomate, antes de remover añadir cúrcuma, pimienta y sal) Remover todo y un par de minutos más.

 

La bechamel vegana la hice siguiendo la receta de Idea Vegana

 

¿Cómo organizarse para hacer todos estos pasos? 

1- Mientras se hidrata el guisante texturizado fino se hace el relleno de abajo

2- Reservar el agua del guisante para hervir las placas de pasta. Mientras se hace el relleno de arriba comenzar a hervir las placas de pasta

3- Se monta la base y se pasa el calabación por la plancha

4- Acabar de montar la lasagana y al final hacer la bechamel y añadir (no olvidar el rallado de mozzarella para introducirlo al horno)

 

Los rellenos pueden hacerse el día antes y dejarlos en la nevera (de hecho a mi me gusta más así porque creo que tienen tiempo a coger más sabor)

 

Empanada vegana (con soja texturizada)

Como estoy cansada de no encontrar empanadas veganas en Asturias (en Santander aún no he probado) y como estoy cansada de que me miren como a un bicho raro cada vez que pregunto si puedo encargar una, aunque sea vegetariana; he decido ponerme «manos a la masa» y darle forma a esta empanada vegana ¡Para chuparse los dedos!

Ingredientes:                                                                      

  • Ajo                                                                        * Soja Texturizada  
  • Chalota                                                                * Aceite de oliva
  • Puerro                                                                 * Agua
  • Pimiento verde italiano                                   * Sal
  • Pimiento Rojo                                                    * Pimienta Negra
  • Tomates                                                               * Cúrcuma                                                                                                                                     * Mix de espacias 

 

Para esta versión, compré masa fresca para hacer empanada (te recomiendo que mires las etiquetas porque vi una que llevaba bastantes «porquerías» en los ingredientes) ¡Más fácil imposible! 😉

Lo primero hay que rehogar el ajo, la chalota y el puerro. Añadir una pizca de sal y un poco de pimienta negra para ir agregando alegría al futuro relleno de la empanada.

Pasados unos minutos, hay que añadir la zanahoria limpia y troceada en pedazos bastante pequeños. A mi me gusta echarle aquí perejil, no tenía fresco así que usé seco (sólo sobre la zanahoria)

Cuando la zanahoria ya está un poco hecha, añadir los pimientos (no echarlos antes para que no se hagan demasiado) Y, justo a continuación, la soja texturizada ya hidratada. Añadir las espacias a la soja y remover bien.

Por último, añadir los tomates troceados (y pelados) Salpimentar los tomates y rematar añadiendo la cúrcuma que le dará un bonito color al relleno de la empanada vegana.

Colocar el relleno sobre la base de la empanada y, posteriormente, cerrar (manejar la masa con delicadeza para que no se te rompa) Con ayuda de un pincel, esparcir aceite sobre la empanada y ¡al horno!

Cada horno es un mundo; el mío no tiene mucha potencia, casi siempre tengo que ponerlo a mucha temperatura. En este caso, la empanada estuvo en el horno unos 15 minutos a 250 grados (y unos minutos extra con el calor residual)

Empanada vegana con relleno de soja texturizada y hortalizas. Chusa Cuendias. Febrero 2020
Empanada vegana con relleno de soja texturizada y hortalizas. Chusa Cuendias. Febrero 2020

Mi primera empanada vegana triunfó entre todos los carnívoros que se animaron a probarla de los que me rodeaban en la mesa… ¡Anímate a intentar hacer una empanada diferente!

Cómo planificar tu viaje cuando no tienes mucho tiempo

Te vas de vacaciones y esta vez quieres hacer algo diferente ¡Por fin te has decidido a ir a ese destino exótico con el qué tanto habías soñado! Te pones a mirar información pero los blog de viajes y demás que te encuentras suelen estar escritos por viajeros que parece que tienen mucho más tiempo que tú, dinero que tú y espírituto aventurero que tú….

No pasa nada, no te agobies; con unos pocos pasos  encontrarás tu camino viajero 😉

Contéstate a una serie de preguntas para encontrar la forma de organizar tu viaje ideal

1- ¿Voy sol@, en pareja, familia o amigos?

Parece una tontería, pero el viaje cambia, y mucho, en función de con quién vayas. Si viajas en pareja a lo mejor te apetece dejarte unos días para algo romántico, si vas con niños será bueno que pienses en actividades para mantenerlos entretenidos y motivados…

2- ¿Cuánto tiempo tengo?

Esto no quiere decir que tu destino tiene que cambiar si no tienes de mucho tiempo. Si quieres ir a Australia porque es la ilusión de tu vida pero sólo tienes dos semanas obviamente no vas a recorrer todo el continente pero sí que puedes elegir lo que no quieres perderte de ese sitio 😉

3- ¿Qué quiero ver?

Está muy bien leer blogs, revistas, guías de viajes… (yo personalmente me paso horas y horas, leyendo e informándome antes de salir de viaje, me encanta) Pero el viaje es TU viaje y de nadie más. De nada te sirve ir a Estambul y dejarte dinero y acabar muy cansad@ viendo mezquita tras mezquita, si lo que realmente te apetece es pasarte el día en el zoco en busca de gangas.

Ojo: con esto no quiero decir que hay que pasar de las cosas culturalmente importante de los sitios a los que vas. Solo elegir, a lo mejor te vale ver solo un monumento para hacerte una idea y después dedicar el tiempo a otras actividades que te motiven más.

4- ¿De cuánto dinero dispongo?

Esta pregunta es indispensable. Para mi algo muy importante es el dinero que tengo para ese viaje pero siempre con una condición: tengo que tener un dinero extra para emergencias. No me gusta ir justa, porque cuando se está lejos de casa siempre hay que tener un plan b (y, sintiéndolo mucho, el dinero es algo importante a la hora de imprevistos)

El dinero también puede comprar tiempo. Si vas a un sitio grande con poco tiempo pero tienes presupuesto para vuelos internos podrás hacer más cosas. Si vas a un sitio grande con poco tiempo tendrás que dedicarle más atención al punto 3 y hacer una lista de tus verdaderas intenciones (y no dejarte llevar demasiado por opiniones externas)

5- ¿Soy una persona flexible o necesito una buena planificación?

Esto es importante, no dejes cosas para el último momento si necesitas organización porque puede dar lugar a estrés y ansiedad antes del viaje o durante el viaje. Eres flexible, no dejes que tu flexibilidad te pase factura en caso de tener poco tiempo para tu viaje.

Yo recomiendo en este aspecto un buen autoanálisis y llegar a un punto medio. La flexibilidad normalmente aporta buenas sorpresas en los viajes; la planificación hace que no te quedes sin alojamiento decente en caso de alta demanda en el sitio al que vas. La clave está en encontrar el equilibrio entre ambas 😉

 

No dejes que pase otro año más sin la aventura que sueñas ¡2020 puede ser el año de tu gran viaje! Así que cuadra tus vacaciones cuanto antes y… ¡a explorar el mundo!

Salamat, Pilipinas! (Gracias, Filipinas)

 

Me fui de viaje a la República de Filipinas  pensando que sólo iba a ver playas y me encontré un país que me dio una lección ejemplar detrás de otra

 

 

  • Ecología

 

Pagita de acero inoxidable. Corón. Islas Filipinas. Noviembre 2019. Chusa Cuendias
Pagita de acero inoxidable: puedes disfrutar de tus vacaciones sin plástico. Corón, Islas Filipinas

Parece que la ecología se ha puesto de moda; en todas partes se habla del cambio climático, de las consecuencias de este y la responsabilidad que tiene el ser humano ¿Quieres aprender a vivir en armonía respetuosa con la Naturaleza que te rodea? Vete a Filipinas. Cuando ves a los guías de los tours tirarse al agua a coger un envoltorio que han visto desde el barco; cuando no ves una pajita de plástico; cuando puedes rellenar tu botella de agua sin pagar… sabes que lo han hecho. Han hecho un gran esfuerzo como país y como sociedad y han llegado a un punto en el que de forma natural cuidan de su entorno y viven en él de una manera totalmente armónica, no forzada y que te contagia.

 

 

  • Limpieza

Este punto va muy ligado con el anterior. Pues resulta que no he estado en ningún país del mundo con unos baños públicos más limpios que en Filipinas. En todo el viaje me encontré solamente con un baño sucio: en el puerto de Corón para coger un ferry lleno de turistas extranjeros dirección El Nido… ¿casualidad?

No tiene nada que ver con otros países asiáticos que he visitado; todo está limpio: no hay basura en las orillas de las carreteras, nadie tira nada al suelo… Si has viajado, sabes que esto no suele ser lo más habitual.

Picnic. White Beach, Panglao. República de Filipinas. Noviembre 2019. Chusa Cuendias
Zona de picnic en White Beach en Panglao ¿ves basura en el suelo?

 

  • Sociedad

El concepto de sociedad funciona en Filipinas. Es una sociedad que trabaja y vive en grupo y se nota. Estando allí llegó un tifón al país: cuando ves cómo se organizan, como reaccionan, cómo te informan, cómo se preocupan por ti… tiene una vibración colectiva maravillosa.

 

Nos fuimos de Manila unas horas antes de que cerraran el aeropuerto por causa de un tifón. Hablando con el taxista que nos llevó a la terminal, él estaba más contecto de que hubieramos disfrutado de nuestro viaje por su país que preocupado por lo que se venía encima en su ciudad en unas horas. Este es un buen ejemplo, para mi, del carácter filipino.

 

  • Amabilidad

El pueblo filipino es de un carácter que sólo puedes sentirte bienvenido. Puede que sea lo que realmente me atrapó del viaje; el buen rollo con la gente. Esa manera de hablar suave, como sin prisas y mirándote, de verdad, a los ojos. El pueblo filipino es un pueblo de 10.

 

De hecho hasta los vendedores ambulantes son amables ¿no quieres comprar? Pues que tengas muy buen día y no te insisten más.

 

 

  • La cerveza San Miguel está buena cuando la bebes en Filipinas

 

Cerveza San Miguel. República de Filipinas. Noviembre 2019. Chusa Cuendias
Yo soy del equipo de la San Miguel Light (¡¡¡ojo que tiene el mismo alcohol que la Pilsen!!!)

 

Pues resulta que soy incapaz de beber cerveza San Miguel porque no me gusta nada de nada el sabor pero…. ¡¡¡En Filipinas está muy rica y fresquita!!! ¿Alguien puede explicarmelo?

 

 

 

 

 

  • Los cuchillos son un accesorio innecesario

¿Necesitas cortar/trocear tu comida? pues para eso tienes la cuchara. Está anécdota me hizo mucha gracia, yo que todo lo como en trocitos pequeñitos… En restaurantes ya más «occidentalizados» o en hoteles de los caros si que tienes cuchillos pero si no… Tenedor y cuchara. Si te puedes apañar con esto ¿para qué más?

Por cierto, las servilletas… Son aún más finas que las que solemos usar en los bares españoles (que ya es decir, jejeje)

 

  • La Navidad empieza en noviembre

Y es que no pude encontrar un ricón de este país durante el viaje sin un árbol de navidad, decoración navideña o villancicos.

Árbol de navidad. Aeropuerto de Cebú. República de Filipinas. Noviembre 2019. Chusa Cuendias
Espíritu navideño en el aeropuerto de Cebú en Filipinas

 

Muchos villancicos los escucharás en español y es que hay bastantes cosas de nuestra cultura integrada en la suya como resto de la época colonial (comida, nombres de pueblos, vocabulario…)

 

Salamat, Pilipinas! Por todo lo que me has dado en un momento que realmente lo necesitaba ¡¡¡Espero que nos volvamos a encontrar en el camino!!! (si alguien que lea esto quiere ofrecerme un maravilloso trabajo de profesora de Yoga allí, me voy mañana mismo 😉 ) 

¿Somos mejores personas los yoguis?

En la entrada «5 años de Yoga» escribí que gracias al Yoga me siento mejor conmigo misma y con mi entorno. Escribir esto me ha bombardeado la cabeza durante días con la siguiente pregunta ¿Significa esto que soy mejor persona?

Honestamente creo que sí, que el Yoga nos hace mejor como personas; aunque no creo que todas las personas que practican Yoga sean buenas personas. De hecho, creo que hay algunas personas dentro del Yoga con intenciones no muy buenas y con una visión de la vida no muy de espíritu yogui que digamos.

Dentro del mundo del Yoga nos encontramos casos de todo tipo: personas que están en el negocio para enriquecerse, acosador@s, mentiros@s… cualquier cosa que se te pueda ocurrir. Aunque una cosa quiero dejar clara: esto no es culpa del Yoga. Es culpa de la persona, la cual, probablemente ya tenía estos problemas antes, y la cual no está entendiendo o practicando yoga 100%

Sin ir más lejos, el gurú del Yoga que llevo practicando incluso antes de descubrir el Hatha (Ashtanga) está envuelto en una serie de escándalos sexuales por tocamientos indebidos…. Cuando empecé a leer sobre el asunto mi mundo se tambaleó. Soy mujer ¿tengo que dejar de practicar Ashtanga por solidaridad con las víctimas? ¿Por mi sentimiento de indignación? No; no lo voy a hacer; pero tampoco alabaré la figura del que usó su posición de poder como profesor de yoga para usarlo en su beneficio propio. No quiero mirar hacia otro lado, pero tampoco quiero que una persona así dañe todo lo bueno que tiene el Yoga.

Creo que el Yoga transmite unos valores muy importantes. A mi personalmente me ha transformado ¿soy mejor persona? Sí. No me considero mejor persona en el sentido de ser mejor que los que me rodean, me considero una versión mejorada de mi anterior yo. Esto no quiere decir que sea perfecta: me pongo de mal humor, puedo sentir la envidia, no caigo bien a todo el mundo (ni todo el mundo me cae bien a mi)… pero el Yoga me ayuda a ver todas estas cosas y a trabajar en ellas. Trabajando en ellas, mejorando, evolucionando, entendiendo; creo que me convierto en una persona que puede ser realmente parte de la sociedad que formamos y aportar algo; al fin y al cabo, todos somos uno.

No por  practicar Yoga, se es mejor persona; aunque si realmente entiendes lo que es practicar y vivir el Yoga lo serás. Eso sí, no peques de inocente pensando que otra persona va a ser buena solo por ser Yogui; sigue tu intuición, sobre todo al elegir profes@or, y conviértete en mejor persona